Elogio a la Mujer Negra

"... para ayudar a los demás el alma no tiene color".

(Belky Arizala, modelo)

   El esperado número de la revista Soho-Colombia, invitó a deleitarnos reflexivamente en su carátula  de marzo con cuatro espectaculares ninfas de ébano o cuatro afroditas salidas en  las vertientes del río Níger en respuesta a la repudiable y discriminatoria carátula de la revista "Hola" de la misma tierra del café. La fina ironía de los editores muestra a cuatro  atezadas modelos: Belky Arizala, Yésica Montoya,Vanessa Parra y Diana Mina posando altiva sus finas turgencias en clara alusión a la revista de corte social cuya portada en diciembre mostró a una familia de la socialité caleña figurando su albura estampa mientras de fondo,  frente a frente, dos mamachas negras, dos morenas dedicadas al servicio doméstico sostienen bandejas finas cual esfinges en la entrada de un templo en Karnák Egipto. Al igual que en Colombia, un "perucho" como Yo no deja de indignarse ante la ancestral práctica del racismo cuyo culto perverso alguna vez nos hemos sentido víctimas marginadas por el simple hecho de no ostentar la piel clara o por alejarnos de los parámetros de poses frívolas para encajar en un grupo superficialmente acomplejado por las críticas y comidilla snob. Está demostrado hasta el hartazgo que la excelencia genética se encuentra en las mezclas y no en la pureza insípida y degenerada. Soy, o mejor dicho, fui cultor del bello y placentero espectáculo del sexo femenino, sin vanidad mi piel a rozado todas las pieles, negra, asiática, blanca, india, de todas su sabor exquisito es el mismo pero, en el alma  descubres la diferencia pues, en unas las encontré nobles o viles y algunas insustanciales o trascendentes. En los tiempos de las redes sociales cada vez nos sentimos parte de un mundo que fue ajeno, sin ambages de alguna índole, las libertades del decir o parecer en estos tiempos suelen ser más contundentes por la rapidez de su exposición al ojo público. No por azares en la tierra de la cumbia una prestigiosa revista publica una escandalosa portada que exacerba los ánimos indignados de quienes creemos que la discriminación es una estolidez post moderna, el rechazo unánime por la vorágine internacional de las redes volvió a exhibir el racismo soterrado de algunas sociedades permitiendo la ignorancia de no medir las consecuencias en la fatua banalidad de un  equipo de producción que terminó generando el repudio general de los nuevos ciudadanos del mundo los ahora: "navegantes de las redes" protestando casi en tiempo real contra aquella portada fascista y medieval. Si el montaje de la portada de "Hola" quiso exhibir estirpe y trascendencia de una familia de Cali, subyugó la sensibilidad humana mostrando atavismos de esclavitud  logrando que hasta el más conservador repudie tal imágen.  En el arte fotográfico se puede buscar  mensajes subliminales y  discutir los valores morales que tales imágenes implican pero nunca se pueden transgredir principios básicos  que encierran odio en las diferencias. Es menester recordar la pertinencia de la portada de Soho-Colombia como ingeniosa y cotestataria en una sociedad que no eleva valores de tolerancia e igualdad sino que genera un abísmo de resentimiento y  violencia como respuesta. Si algo bueno salió de este inconveniente es la solaz vista de las musas negras su fina piel al sol de la sabana Cundiboyacense como yeguas pura sangre que te invitan al despojo y deleite de los más sublimes sentidos.